En un emocionante giro de eventos este 16 de abril, el veterano Lin Chih-Sheng, de 41 años, jugador del equipo Wei Chuan Dragons, se convirtió en el primer jugador de la CPBL (Chinese Professional Baseball League) en entrar al prestigioso Club de los 300 Home Runs. Esta noticia nos llega gracias al sitio especializado en estadísticas de la CPBL: CPBL STATS.
Durante la octava entrada, los Dragons mantenían una ventaja mínima de una carrera y con corredores en primera y segunda base. Fue entonces cuando el mánager de los Dragons decidió recurrir a su veterano bateador, Lin Chih-Sheng, para una intervención decisiva.
Conocido como uno de los mejores bateadores en la historia de la CPBL, Lin no defraudó. Después de obtener una ventaja con un conteo de 2-0, Lin conectó un fastball de 143 kph de Bradin Hagens al jardín izquierdo para un home run de tres carreras, asegurando la victoria para los Dragons.
El camino hacia el 300° home run de su carrera no fue sencillo para Lin Chih-Sheng. Le llevó 20 temporadas, 1590 juegos, 6617 apariciones en el plato y 5760 turnos al bate para lograrlo. Lin agradeció a todos los que lo apoyaron en este largo trayecto, y destacó que fue un poco más difícil de lo que esperaba, debido a varias lesiones que terminaron con sus temporadas en 2013 y 2020. También hubo conflictos internos entre él y el equipo de gestión de los Brothers en 2017 y 2018, que llevaron a Lin a estar marginado del equipo principal durante casi 300 días.
El mánager de los Wei Chuan Dragons reveló después del juego que inicialmente iba a usar a Li Kai-Wei como bateador emergente, pero en el último momento decidió optar por Lin Chih-Sheng. «Qué coincidencia, Lin Chih-Sheng bateando su 300° home run contra el equipo con el que comenzó su carrera profesional hace 20 años», comentó el mánager de los Dragons a ETtoday.
El mánager de los Monkeys, Tseng Hao-Ju, afirmó que cree que Lin Chih-Sheng continuará ampliando su récord de home runs en la CPBL. Por lo que parece, este hito de 300 home runs no es el final para Lin Chih-Sheng, ¡sino más bien un nuevo comienzo!
