MLB ha perdido a uno de sus grandes: Tim Wakefield, el icónico lanzador de nudillos que perteneció tanto a los Red Sox como a los Pirates. Aunque su legado en el montículo es innegable, lo que muchos no saben es que Wakefield comenzó su carrera con aspiraciones de ser bateador. Sin embargo, el destino tenía otros planes para él, y su habilidad con el lanzamiento de nudillo lo llevó a alcanzar alturas insospechadas en el montículo.

A lo largo de sus 19 temporadas en la MLB, desde 1992 hasta 2011, Wakefield acumuló estadísticas impresionantes. Lanzó un total de 3226 1/3 entradas, logrando un récord de 200-180 y una efectividad de 4.41. Además, registró 2156 ponches, de los cuales 2046 fueron con los Red Sox, colocándolo en el segundo lugar en la lista de todos los tiempos de la franquicia.

Pero más allá de las cifras, Wakefield fue un lanzador que conectó con el corazón de los aficionados. Su compromiso con la comunidad y sus esfuerzos caritativos le valieron el premio Roberto Clemente en 2010, un reconocimiento otorgado por Major League Baseball a jugadores que demuestran un fuerte compromiso con la comunidad.

Wakefield también tuvo un papel destacado en algunos de los momentos más icónicos de los Red Sox, incluida su contribución a los campeonatos de la Serie Mundial en 2004 y 2007. Aunque enfrentó desafíos en su carrera, como el famoso jonrón de Aaron Boone en el Juego 7 de la ALCS 2003, también tuvo momentos de triunfo, como su actuación en el Juego 5 de la ALCS 2004.

El mundo del béisbol recordará a Wakefield no solo por su destreza en el campo, sino también por su carácter y su impacto en la comunidad. Su legado perdurará en los corazones de los aficionados, compañeros de equipo y todos aquellos que tuvieron el privilegio de conocerlo.

Créditos

Información basada en artículos de Yardbarker: https://www.yardbarker.com/ y MLB Trade Rumors: https://www.mlbtraderumors.com/