Aproximadamente un cuarto de camino en la temporada 2023 de la MLB, los San Diego Padres, a pesar de contar con una nómina récord de $274.8 millones, se encuentran estancados en un récord equilibrado de 19-19, a cuatro juegos de distancia en la División Oeste de la Liga Nacional. La reciente serie perdida contra los Minnesota Twins, que culminó con un marcador de MIN 5, SD 3, pone en evidencia un patrón preocupante. El equipo ha perdido cuatro de sus últimos cinco juegos, arrastrándolos a un preocupante .500 de promedio de victorias.
Las estadísticas revelan una tendencia inquietante: los Padres han desperdiciado la ventaja en el séptimo inning o más tarde en tres de sus últimas cuatro derrotas. Además, la ofensiva ha producido sólo tres carreras en el séptimo inning o más tarde en estas derrotas. A pesar de contar con grandes nombres como Xander Bogaerts, Manny Machado, Juan Soto y Fernando Tatis Jr., estos jugadores no están rindiendo al nivel esperado. De hecho, la tasa colectiva de OPS (On-base Plus Slugging) de estos cuatro jugadores está por debajo de sus respectivas medias de carrera.
Además, el pitcheo ha sido problemático. El bullpen ha tenido dificultades para mantener las ventajas, y el novato Brent Honeywell, quien se vio obligado a enfrentar una situación de alta presión en el último encuentro, solo pudo retirar a dos de los cinco bateadores que enfrentó. Este rendimiento inconsistente de los lanzadores ha llevado a un aumento en la tasa de carreras limpias del equipo.
Enfrentándose a una serie crucial de tres juegos contra los líderes de la división, Los Angeles Dodgers, es evidente que los Padres tienen que mejorar. Con 124 juegos por delante, hay tiempo para cambiar el rumbo, pero la urgencia es palpable. Melvin, su manager, ha sido claro en su mensaje: «Solo tenemos que luchar un poco más duro. Esperar un poco más de nosotros mismos». El reloj está corriendo para los Padres y necesitan comenzar a cumplir con las altas expectativas que se les han impuesto.
