No había tenido oportunidad hasta ahora de leer “The Book”, un libro fundamental de sabermetrics. El libro discute las decisiones más comunes que se toman en un juego, con base en el wOBA (promedio de embasado ponderado), los “run values” (valores esperados de carreras de eventos determinados) y las “win expectancies” (expectativas de triunfo), entre otros parámetros estadísticos.

Es muy difícil resumir las principales conclusiones del libro, pero éstas son algunas de ellas:

➡ No hay que confiar mucho en muestras pequeñas. Por ejemplo, ante una situación determinada, es preferible tomar en cuenta los promedios generales de un pitcher o de un bateador que sus últimas actuaciones (por ejemplo, que si están “calientes” o “fríos” o que si el bateador le ha bateado bien a ese pitcher)
➡ Se debe esperar, en general, que un bateador o un pitcher se comporte de acuerdo con su promedio ante una situación de presión
➡ No todos los pitchers y bateadores se comportan de la misma manera, pero en general los bateadores tienen menor desempeño contra los pitchers de su misma mano
➡ No es cierto que un buen pitcheo se imponga siempre a un buen bateo. Las ventajas de ambos son similares
➡ En general, los bateadores se comportan mejor como abridores que como emergentes, por lo que un bateador emergente tiene que ser mucho mejor que el bateador al que reemplaza
➡ El orden al bate tiene importancia y, en general, es preferible: (1) Que el primer bate sea uno de los tres mejores bateadores del equipo, reciba una cantidad importante de boletos, se embase bastante y sea un buen corredor de base (no importa si batea mucho para double play); (2) El segundo bate también debe ser uno de los tres mejores bateadores, recibir bastantes boletos y ser un buen slugger; (3) El tercer bate debe ser el cuarto mejor bateador del equipo, batear poco para double play y ser un buen corredor de base; (4) El cuarto bate debe ser uno de los tres mejores bateadores del equipo y un buen slugger (no importa si no recibe muchos boletos); (5) El quinto, sexto, séptimo, octavo y noveno bate deben ser el quinto, sexto, séptimo, octavo y noveno mejor bateador del equipo, respectivamente, pero en la Liga Nacional puede ponerse al pitcher a batear de octavo y de noveno a un bateador con características propias de un primer bate
➡ A medida que el juego progresa, los bateadores aumentan su ventaja sobre el pitcher abridor. Por eso, si al pitcher abridor no le va bien con los primeros nueve bateadores es muy probable que no se recupere luego
➡ Los pitchers abridores deben tener 4 ó 5 días de descanso
➡ Un pitcher relevista puede efectuar hasta 25 lanzamientos
➡ Hay que evitar utilizar al cerrador estrella en situaciones en las que no hace falta
➡ Es muy difícil determinar si vale la pena tocar la bola o no. La decisión depende de los corredores en base y los outs en la pizarra, la velocidad de los corredores, la posición de la defensa, la diferencia de carreras entre los dos equipos, el inning en el que se está, etc. En general, es preferible no tocar con hombre en primera y sin outs, a menos que el pitcher sea el bateador, en el juego se hayan anotado pocas carreras o el juego esté cerrado en el noveno inning
➡ Un boleto intencional sólo debe darse con hombres en segunda y tercera, dos outs, un buen bateador en el home y el pitcher o bateadores promedio detrás de él
➡ En general, el robo de base no ayuda mucho a ganar un juego, a menos que el juego esté empatado en el noveno inning y el equipo que batea esté ganando. En todo caso, las probabilidades de éxito aumentan si el corredor es rápido, el pitcher es derecho, el catcher no es muy efectivo y el terreno es artificial
➡ Los managers y los pitchers deben evitar ser predecibles