Olney cita el caso de Nelson Cruz. Y lo primero que uno pensaría es que si Cruz ha vuelto a utilizar alguna sustancia, o el hombre es un listo y un sinvergüenza o la industria del beisbol está llena de tontos.
La "verdad verdadera" en mi opinión es que el castigo tiene que ser mucho más duro sobre todo en la primera infracción. Que las sanciones tengan la capacidad disuasoria que tienen las armas nucleares, por exagerar un poco.
Que al que pillen no solo lo suspendan sin sueldo sino que le rescindan el contrato que tenga vigente en el momento, y que tenga que devolver lo que ya haya cobrado. A ver quien se la va a querer dar de vivo