El lanzador y bateador japonés Shohei Ohtani está sorprendiendo a los aficionados del béisbol en esta temporada, aún más si cabe. Su último juego contra los Boston Red Sox (ayer) fue una muestra más de su dominio en el montículo.
Aunque solo lanzó durante dos entradas debido a una interrupción por lluvia, Ohtani logró ponchar a tres bateadores y no permitió ningún hit, a excepción de una carrera que se generó por una jugada de selección o fielder's choice.
Lo que más llamó la atención de los fanáticos fueron sus barridos (sweeper) o lanzamientos quebrados, unos pitcheos que parecían adquirir vida propia en cada lanzamiento. En la corta salida, Ohtani lanzó 18 barridos, y la mitad de ellos tuvieron rupturas o quiebres horizontales de al menos 16 pulgadas, mientras que los tres lanzamientos más altos se rompieron asombrosamente 20 pulgadas.
No es fácil para ningún bateador enfrentarse a este tipo de lanzamientos, más aún si se tiene en cuenta su potente bola rápida de triple dígitos.
A pesar de que el juego se interrumpió, quedó claro que los Boston Red Sox no tuvieron oportunidad alguna contra el dominio de Shohei Ohtani.
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