Las reglas no escritas del béisbol han sido parte del mismo por más de un siglo, pero el béisbol se encuentra en pleno proceso evolutivo; los jugadores y técnicos deberían reconsiderarlas. Dos casos específicos me llamaron la atención, el primero da risa, el segundo da pesar...

Se ha mencionado anteriormente que este año se proyectan mas de 14,000 shifts defensivos, un incremento asombroso, en comparación con los 2,500 shifts que se hicieron en el 2011. Ante esta situación los bateadores deberían batear la bola hacia la banda contraria (algo no tan fácil de hacer) o en su defecto tocar la bola, En base a eso, la regla no escrita de no poder tocar la bola cuando la diferencia en el marcador es amplia no debería entrar en efecto, sin embargo vimos el caso del lanzador de Texas Colby Lewis, quien se molestó con Colby Rasmus porque había tocado la bola para embazarse ante un shift defensivo...

Pero el caso que preocupa es el de las retaliaciones de pelotazos, hoy en día esta regla debería ser reconsiderada en medio de la danza de millones que valen los peloteros y las aspiraciones de un lugar en postemporada por parte de una mayor cantidad de equipos debido a la inclusión del 2do WIld card. Sencillamente significa un riesgo innecesario e inaceptable.

Un ejemplo claro es lo que sucedió con McCutchen:

El Viernes Ernesto Frieri, relevista de Pittsburgh golpeó en la mano a Paul Goldschmidt. No pareció haber sido intencionado, fue un picheo adentro que terminó golpeando a Goldschmidt y lo termino lesionando, casos como este suceden con frecuencia, parte desafortunada de juego al tener lidiar con pelotas que vuelan a 90+ millas. Pero Arizona, dirigido por el perrocalentero de Kirk Gibson pensó de manera troglodita y miren lo que sucedió la siguiente noche:

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Consecuencia?

McCutchen sufrió una fractura de costilla, lesionado por un mes y Pittsburgh pierde a su mejor pelotero en medio de una lucha por un wild card.

Espero que la MLB tome cartas en el asunto.