La pelea por la clasificación revela lo importante que es tratar de ganar cada juego durante la temporada.
Para clasificar, los equipos necesitan ganar unos 86 juegos; es decir, pueden perder hasta unos 76 juegos. Pero perder 3 o 4 juegos más puede significar la diferencia entre clasificar o no.
3 o 4 juegos, es decir aproximadamente 1 de cada 50 juegos, se pueden perder por algún descuido como no cambiar a tiempo al pitcher, lanzarle mal a un bateador peligroso, cometer un error costoso, correr mal las bases, etc., y el equipo puede estar fuera de la clasificación.
Es un gran reto para los managers y para los jugadores. La temporada tan larga crea la ilusión de que las fallas se pueden componer más adelante, pero no es así. No se pueden descuidar ni un solo día, pues ese descuido puede resultar fatal.
Este es el caso, en esta temporada, de muchos equipos como Detroit, Houston, Seattle, Yankees, Miami, etc. Que falta les está haciendo haber ganado unos 3 o 4 juegos más a lo largo del camino.