Ayer fallecio en Caracas Jaime Benitez Arreaza, quien fue Presidente de la LVBP y asesor de la liga durante muchos años. Tuve el privilegio de ser su amigo y escuchar de el numerosas anécdotas interesantes. Fue un gran hombre del béisbol y muy conocedor de las reglas .
Entre sus muchas anécdotas, me conto que estaba una vez en el dugout de La Guaira, en la temporada 60-61, cuando le tocaba lanzar a Bob Gibson, entonces un novato de 25 años, que ya había actuado en Grandes Ligas con los Cardenales de San Luis. Gibson manifesto que le dolia el brazo de lanzar y Padron Panza le dijo a Benitez que no se preocupara; le dio a Gibson un billete de $100 y este dijo entonces que ya no le dolia el brazo.
Ya en este siglo, a Jaime se le asigno en la tarea de orientar a los jóvenes umpires norteamericanos que actuarian en la LVBP. Al recibirlos, Jaime les dijo que debían tener mucho cuidado con su comportamiento fuera del terreno, advirtiéndoles en especial de los problemas que podrían tener con las mujeres y el alcohol. A los pocos días, dos de ellos, acompañados por dos muchachas criollas, tuvieron un serio accidente de automóvil en la Avenida Libertador, en horas de la madrugada, y terminaron en una clínica.