Es interesante observar la evolución del record en los 100 metros planos de atletismo, posiblemente la prueba más importante de todo el deporte mundial. En 118 años el record ha bajado de 10.8 segundos a 9.58 segundos; es decir, a razón de aproximadamente 1 centésima de segundo por año. El progreso del record ha sido prácticamente lineal, con excepción de 1936 cuando Jesse Owens lo llevó de 10.3 a 10.2 segundos y en 1968 cuando Jim Hines lo bajó de 10.0 a 9.9 segundos, en ambos casos un salto importante con respecto a la tendencia general. El actual recordman, Usain Bolt, ha sido, junto con Carl Lewis y Asafa Powell, uno de los tres que han mejorado dos veces su propio record.

Es muy difícil saber si el record va a seguir bajando con la misma tasa. Si así fuese, antes de 2070 se podría bajar de los 9 segundos y en 2100 el record podría estar en 8.6 segundos. Eso parece increíble, pero con seguridad en 1913, cuando el record era de 10.5 segundos no se imaginaron que en 1999 alguien podría recorrer la distancia en 9.79 segundos.

Una reflexión posible para el béisbol y para cualquier otro deporte es que gracias a mejores pistas o campos de juego, mejores instrumentos, mejores técnicas de entrenamiento y mejores condiciones físicas de los atletas, cada vez son mejores los practicantes de un deporte. Esto, sin embargo, no quiere decir que en una época determinada no sobresalga alguien por encima de todos los demás, lo que quizás constituye la mejor prueba de la calidad de un deportista o de un atleta. Carl Lewis no le ganaría una carrera a Usain Bolt, pero era superior a los que se enfrentaron con él entre 1987 y 1991. De la misma manera, Babe Ruth posiblemente no le batearía muchos jonrones a Matt Harvey o a Clayton Kershaw, pero era capaz de batearle jonrones a cualquiera de los pitchers que enfrentó en su época.