El Sutter Health Park, nuevo hogar de los Athletics en West Sacramento, volvió a quedar en el centro del debate este sábado. Lo que parecía una simple lesión de Jose Siri, jardinero de los New York Mets, se convirtió en una situación bochornosa que retrata los problemas logísticos del estadio.
En la segunda entrada, Siri se golpeó la rodilla izquierda con un foul al enfrentar al abridor J.T. Ginn. Tras abandonar el terreno cojeando, los Mets pidieron un carrito para trasladarlo al clubhouse… ubicado nada menos que detrás del jardín central. Para agravar la escena, uno de los carritos se averió y varios empleados de los Athletics tuvieron que empujar el vehículo entre risas del público y comentarios irónicos de la transmisión de SNY, que lo comparó con una escena de los Keystone Cops.
El estadio, con una capacidad de apenas 14.014 espectadores, es el más pequeño de MLB, muy por detrás del siguiente en la lista: el Progressive Field de los Guardians (34.830). A diferencia de los Rays, que juegan provisionalmente en Steinbrenner Field, los Athletics eligieron esta sede con respaldo total de la oficina de la liga.
En cuanto al estado de Siri, el manager Carlos Mendoza confirmó tras el juego que los rayos X fueron negativos y se trata solo de una contusión. El equipo evaluará su evolución en los próximos días antes de decidir si va a la lista de lesionados.
Más allá del alivio por la salud del jugador, lo ocurrido expone las limitaciones de una sede que deberá ser hogar de MLB por al menos tres años.