El inicio de la era Athletics en Sutter Health Park no pudo ser más desastroso. En el primer juego de temporada regular en su sede temporal de West Sacramento, los locales fueron aplastados por unos inspirados Chicago Cubs con marcador de 18-3, en una noche que combinó historia ofensiva, homenajes y una dosis de realidad sobre lo que significa jugar en un estadio de ligas menores en las Grandes Ligas.
Un ciclo para la historia
El receptor Carson Kelly fue la gran figura ofensiva del juego. Se convirtió en el primer jugador de la MLB en batear el ciclo en 2025 y en el primero de los Cubs desde 1993 en lograrlo. Su secuencia fue impecable: jonrón en el cuarto inning, sencillo en el quinto, doble en el sexto y triple en el octavo.
Kelly lideró una ofensiva brutal de los Cubs que sumó 21 hits, incluyendo seis carreras en la sexta entrada y cinco más en la quinta, que terminaron de sepultar a unos Athletics sin respuestas. El récord de Chicago mejoró a 3-4, mientras que Oakland cayó a 2-3.
Mal arranque con homenajes y promesas
En un día cargado de simbolismo, todos los jugadores de los A’s vistieron el número 24 para honrar a Rickey Henderson, leyenda del equipo fallecida en diciembre. Sus hijas realizaron el primer lanzamiento ceremonial. Sin embargo, el homenaje quedó eclipsado por el pobre desempeño en el terreno.
El abridor Joey Estes fue castigado con dos jonrones consecutivos en la primera entrada —uno de ellos de Dansby Swanson, quien sigue afianzándose como un bateador de poder— y no pudo contener una ofensiva que comenzó temprano y no bajó el ritmo.
La única chispa para los locales vino del campocorto novato Jacob Wilson, quien conectó su primer jonrón en las Grandes Ligas y de paso firmó el primer cuadrangular de los A’s en su nuevo estadio.
Un estadio con limitaciones evidentes
Sutter Health Park, hogar habitual de los Sacramento River Cats (afiliado Triple-A de los San Francisco Giants), tiene una capacidad de apenas 14,014 personas. Aunque se renovaron los túneles de bateo, los dugouts y se construyó un nuevo clubhouse de dos plantas, las limitaciones saltaron a la vista.
El estado del campo, especialmente en la esquina del jardín izquierdo, dejó dudas. A eso se sumó una cabina de prensa improvisada, ubicada fuera del estadio, que generó múltiples críticas.
Incluso hubo un retraso por dron en la séptima entrada, añadiendo una nota surrealista a una jornada que ya estaba marcada por la irregularidad y el contraste entre el simbolismo del día y la crudeza del resultado.
Lo que viene
Los A’s compartirán este estadio por lo menos hasta 2027, con opción a extenderlo a 2028 si su estadio con techo retráctil en Las Vegas no está listo. Mientras tanto, deberán intentar mejorar tanto en el terreno como en su convivencia con un parque que no fue diseñado para la gran carpa.
El miércoles cierran esta serie ante Chicago, y luego visitarán a los Colorado Rockies. Pero el impacto de este debut en Sacramento deja claro que la transición hacia Las Vegas será cualquier cosa menos sencilla.