El inicio de temporada 2025 está siendo muy complicado para Rafael Devers. Luego de resistirse durante el invierno a dejar la tercera base tras la llegada de Alex Bregman a los Boston Red Sox, finalmente tuvo que ceder su posición… y el cambio no le ha sentado nada bien.
Devers, de 28 años, ha pasado a ser designated hitter y ya ha entrado en los libros de historia de MLB, pero por una razón desafortunada: suma 10 ponches en sus primeros tres juegos, la mayor cantidad jamás registrada por un jugador en ese lapso.
Su línea ofensiva tras tres encuentros: 0 de 12 al bate, sin hits y con juegos de 3, 4 y otros 3 ponches ante los Texas Rangers, incluyendo la derrota del sábado 4-3.
Durante el spring training, el tres veces All-Star dejó claro que su posición seguía siendo la tercera base y que no deseaba moverse. Sin embargo, la llegada de Bregman, ganador del Guante de Oro y mejor defensor según métricas como outs above average (OAA) y fielding run value (FRV), hizo inevitable la decisión que finalmente tomó el manager Alex Cora.
La muestra es pequeña, pero el arranque de Devers no solo preocupa por su producción al bate, sino por cómo podría afectarle emocionalmente este nuevo rol que claramente no deseaba. El tiempo dirá si logra adaptarse y revertir este récord negativo que ya forma parte de su historia en las Grandes Ligas.