Los Toronto Blue Jays afrontaron la offseason con la necesidad de reforzar su roster tras un 2024 decepcionante. Aunque estuvieron involucrados en la mayoría de los grandes agentes libres, las principales estrellas del mercado optaron por otros destinos. Sin embargo, realizaron movimientos estratégicos, con la llegada de Anthony Santander, Max Scherzer, Jeff Hoffman, y el canje por Andrés Giménez. ¿Es esto suficiente para regresar a la postemporada?
Una ofensiva necesitada de poder
Uno de los mayores problemas de los Blue Jays en 2024 fue la falta de poder. Su ofensiva solo conectó 156 jonrones y tuvo un slugging colectivo de .389, números insuficientes en una liga cada vez más orientada al bateo de largo alcance. Para solucionar este déficit, invirtieron $92.5MM en Anthony Santander, quien viene de un año en el que pegó 44 jonrones con Baltimore, superando su marca previa de 33 en 2022.
El perfil de Santander es claro: poder por encima de promedio y disciplina en el plato. Aunque su línea de bateo en 2024 (.235/.308/.506) muestra una baja tasa de embasado, su capacidad para negociar boletos y evitar ponches excesivos lo convierten en una pieza clave para reforzar el medio del orden. Además, la llegada de Myles Straw aporta velocidad y defensa en los jardines, aunque su inclusión sigue siendo un movimiento cuestionable considerando el contrato que absorbieron.
Andrés Giménez: defensa élite, pero con interrogantes ofensivos
En el infield, los Blue Jays apostaron fuerte por Andrés Giménez, considerado uno de los mejores intermedistas defensivos de la liga. Ganador de tres Guantes de Oro consecutivos, un Platinum Glove en 2023 y dos Fielding Bible Awards, su impacto con el guante es indiscutible. Sin embargo, su producción ofensiva ha caído desde su explosión en 2022 (.297/.371/.466, 141 wRC+) hasta promediar 90 wRC+ en las últimas dos temporadas.
El equipo absorbe los $96.5MM restantes de su contrato, con la esperanza de que recupere algo de su producción con el bate y continúe siendo una amenaza en las bases (30 robos en 2024). Junto a Bo Bichette en el shortstop, los Blue Jays refuerzan una defensa clave en el infield, aunque sacrifican ofensiva con el cambio de Spencer Horwitz.
Refuerzos en el bullpen: Hoffman asume el noveno inning
El bullpen fue uno de los puntos débiles de Toronto en 2024, con el peor rendimiento de la liga. Para remediarlo, firmaron a Jeff Hoffman por tres años y $33MM, confiando en su transformación como relevista élite. En las últimas dos temporadas con Philadelphia, registró una efectividad de 2.28 en 118.2 entradas, convirtiéndose en una pieza confiable para cerrar juegos.
No obstante, su firma no estuvo exenta de dudas. Tanto los Baltimore Orioles como los Atlanta Braves abandonaron negociaciones debido a preocupaciones médicas sobre su hombro derecho. Aunque Hoffman no ha estado en la lista de lesionados en dos años, cualquier recaída podría afectar su rol en Toronto.
También sumaron a Yimi García, quien regresa tras su paso por Seattle, además de Dillon Tate, Josh Walker y Nick Sandlin. El bullpen sigue siendo una incógnita, pero las incorporaciones suponen una mejora respecto a 2024.
Max Scherzer: una apuesta con riesgos
En la rotación, los Blue Jays agregaron a Max Scherzer por un año y $15.5MM, confiando en que el veterano aún tenga gas en el tanque. Su 2024 fue complicado, con solo 43.1 entradas lanzadas debido a múltiples lesiones. Sin embargo, con Kevin Gausman, José Berríos y Chris Bassitt como las piezas principales de la rotación, Scherzer no tendrá que cargar con la responsabilidad de ser el as del equipo.
El quinto puesto en la rotación parece destinado a Bowden Francis, quien cerró bien la temporada pasada, aunque Yariel Rodríguez podría competir por el rol. La clave para los Blue Jays será mantener la salud en su cuerpo de abridores, algo que no lograron en 2024.
El gran fracaso de la offseason: sin estrellas, sin Guerrero extendido
El mayor problema para Toronto no es quién llegó, sino quién no llegó. Estuvieron en la pelea por Juan Soto, Corbin Burnes, Pete Alonso y Alex Bregman, pero todos optaron por otros equipos. Incluso fueron finalistas en la carrera por Roki Sasaki, pero finalmente el japonés firmó con los Los Angeles Dodgers.
Además, el futuro de Vladimir Guerrero Jr. sigue en el aire. Aunque Toronto intentó renovarlo, las negociaciones se estancaron. Guerrero busca un contrato de 14 años y $500MM, mientras que la oferta de los Blue Jays se quedó en $450MM en valor presente, con dinero diferido que elevaba el total a $500MM. Si no llegan a un acuerdo, es probable que Guerrero se convierta en el tema central de la próxima offseason o, en el peor de los casos, en una ficha de cambio si el equipo no compite en 2025.
Conclusión: ¿mejoraron los Blue Jays realmente?
A pesar de las contrataciones, los Blue Jays siguen dependiendo de demasiadas variables para competir en la AL Este. Necesitan que Santander mantenga su poder, que Giménez recupere su ofensiva, que Scherzer permanezca sano, y que el bullpen mejore significativamente.
Con una nómina que alcanzará los $250.5MM y un impuesto de lujo de $274MM, es preocupante que este equipo no luzca como un claro contendiente. La sensación es que los refuerzos fueron el plan B tras fallar en el mercado de grandes estrellas.
Si la ofensiva sigue sin responder y el equipo vuelve a quedar fuera de la postemporada, los Blue Jays podrían enfrentar una reconstrucción inminente en 2026, con la posible salida de Guerrero Jr. y Bo Bichette. El 2025 será un año crucial para definir el futuro de la franquicia.
Fuente: MLB Trade Rumors (el acceso puede requerir suscripción) | Traducción automática al español