El exintérprete de Shohei Ohtani, Ippei Mizuhara, fue sentenciado a 57 meses de prisión tras declararse culpable de fraude bancario y otros delitos. Además, deberá pagar una restitución de casi 17 millones de dólares a Ohtani, quien fue identificado como víctima en el caso.
Un fraude millonario que explotó en plena temporada 2024
En marzo de 2024, salieron a la luz reportes sobre transferencias millonarias desde una cuenta de Ohtani a una red de apuestas ilegales. En un inicio, Mizuhara aseguró que el jugador estaba al tanto y había accedido a ayudarlo con sus deudas de juego. Sin embargo, los abogados del pelotero japonés presentaron una versión distinta: Ohtani había sido víctima de un robo masivo.
A medida que avanzaba la investigación, se descubrió que Mizuhara había creado la cuenta en 2018, cuando Ohtani llegó a MLB desde los Hokkaido Nippon-Ham Fighters. Utilizando su rol de intérprete, Mizuhara se hizo pasar por el jugador en múltiples ocasiones para contactar al banco y retirar fondos. Además, le aseguraba a los agentes de Ohtani que la cuenta era privada y que nadie más debía supervisarla.
Sin apuestas de Ohtani y la caída de Mizuhara
La evidencia recolectada por la fiscalía mostró que Mizuhara había realizado cientos de apuestas deportivas, pero ninguna en béisbol, ni había indicios de que Ohtani estuviera involucrado. De hecho, en mensajes de texto, Mizuhara admitió el fraude: “Técnicamente, sí le robé”, escribió en una conversación interceptada.
En abril, el exintérprete fue formalmente acusado de fraude bancario, y en mayo se declaró culpable. En junio, MLB cerró su investigación, confirmando que Ohtani era una víctima y que no había evidencia de que hubiera participado en apuestas. Finalmente, con la sentencia dictada en febrero de 2025, el caso parece haber llegado a su desenlace.
La historia no termina aquí para Mizuhara, ya que se espera que sea deportado a Japón una vez que cumpla su condena en Estados Unidos.