El béisbol siempre ha sido un deporte donde la estrategia, el talento y la paciencia son fundamentales para alcanzar el éxito. Sin embargo, en los últimos años, los Dodgers de Los Ángeles han llevado el juego a un nuevo nivel, convirtiéndose en un “súper equipo” que combina recursos financieros ilimitados con una ejecución impecable en todos los aspectos del juego. Esto ha creado una sensación de desequilibrio en la MLB que preocupa a fanáticos, analistas y equipos por igual.
Con adquisiciones recientes como las de Shohei Ohtani, Roki Sasaki, Tanner Scott y Blake Snell, los Dodgers no solo dominan el mercado de agentes libres, sino que también han perfeccionado el arte de optimizar cada dólar que gastan. Su uso de contratos con dinero diferido y bonificaciones por firma les permite construir un equipo repleto de estrellas mientras minimizan su impacto en el impuesto de lujo.
El impacto de los Dodgers en la MLB
Desde 2014, los Dodgers, junto con equipos como Astros y Yankees, han liderado consistentemente las clasificaciones de victorias. Sin embargo, los Dodgers destacan no solo por su éxito, sino por la manera en que combinan el poder financiero con las estrategias de sabermetría y desarrollo de talento.
Jed Hoyer, jefe de operaciones de béisbol de los Cubs, resumió el problema:
“Hacen todo bien. Desde el draft hasta las firmas internacionales, pasando por los cambios inteligentes y la búsqueda de valor en los márgenes. Y además, pueden firmar a los mejores agentes libres.”
Este nivel de dominio no solo afecta el equilibrio competitivo, sino también la percepción del deporte. Muchos fanáticos sienten que las temporadas están decididas antes de comenzar, mientras que equipos de mercados pequeños luchan por mantenerse relevantes.
Soluciones para equilibrar el campo de juego
1. Ajustar las reglas del dinero diferido
Los contratos con dinero diferido permiten que equipos como los Dodgers reduzcan su impacto en el impuesto de lujo al dividir grandes acuerdos en pagos a largo plazo. Por ejemplo, el contrato de $700 millones de Shohei Ohtani cuenta solo como $46 millones anuales para efectos fiscales, en lugar de $70 millones. Cambiar estas reglas aseguraría que los equipos paguen el precio completo por sus estrellas en términos de impacto fiscal.
2. Implementar un piso salarial
Una solución para incentivar la competitividad sería establecer un piso salarial obligatorio. Esto obligaría a los equipos de mercados pequeños a invertir más en talento y evitaría que los propietarios “ahorren” a costa de la competitividad. Aunque esto no igualaría completamente el campo de juego, mejoraría la percepción entre los fanáticos y beneficiaría a los jugadores con contratos más altos.
3. Reformar el sistema internacional de agentes libres
Roki Sasaki, un talento generacional, fue considerado un agente libre amateur debido a su edad y experiencia profesional en Japón. Esto permitió a los Dodgers firmarlo bajo las limitaciones del sistema de bonificaciones internacionales, en lugar de competir por él en un mercado abierto. Ajustar estas reglas garantizaría que los talentos internacionales reciban el valor justo de mercado, nivelando las oportunidades para todos los equipos.
4. Reconsiderar los playoffs ampliados
Aunque los playoffs ampliados han creado paridad en los campeonatos recientes, el dominio de los Dodgers en la temporada regular destaca la falta de equilibrio competitivo real. Desde 2014, han estado constantemente en la cima, haciendo que la postemporada parezca el único momento en que pueden ser desafiados. Reducir el peso de la aleatoriedad en los playoffs podría restaurar cierta justicia al proceso.
¿Son los Dodgers buenos para el béisbol?
Aunque algunos argumentan que los Dodgers son un “villano necesario,” su éxito destaca un problema más amplio: la concentración de talento y recursos en un puñado de equipos. Esto deja a muchos fanáticos sintiendo que sus equipos no tienen oportunidad real de competir, lo que erosiona el interés en el juego.
El béisbol necesita ajustes estructurales para garantizar que cada temporada sea un campo de batalla más equilibrado, donde cada equipo tenga una oportunidad legítima de soñar con la gloria. Hasta entonces, los Dodgers seguirán siendo el estándar de excelencia, pero también el símbolo de una liga que necesita un cambio.