En los momentos más oscuros de la historia de Estados Unidos, el béisbol demostró por qué es considerado el Pasatiempo Nacional. Uno de los episodios más emblemáticos ocurrió tras el ataque a Pearl Harbor, que marcó la entrada del país en la Segunda Guerra Mundial. En medio de la incertidumbre y el sacrificio, una carta del presidente Franklin D. Roosevelt al comisionado de las Grandes Ligas, Kenesaw Mountain Landis, reafirmó la importancia del deporte como fuente de esperanza para una nación en guerra.
El 14 de enero de 1942, apenas semanas después de la tragedia en Pearl Harbor, Landis escribió a Roosevelt buscando orientación. En su carta, ofreció suspender las actividades del béisbol si eso era lo más adecuado para el esfuerzo bélico. La respuesta de Roosevelt, conocida como el “Green Light Letter“, no solo permitió que el béisbol continuara, sino que también destacó su papel vital en la moral de los ciudadanos.
“Creo que sería mejor para el país si el béisbol continuara,” escribió Roosevelt. “El béisbol brinda una recreación que no daña al esfuerzo de guerra y ayudará a que las personas trabajen mejor.”
Este gesto no solo permitió que las Grandes Ligas siguieran adelante, sino que también dio lugar a cambios significativos en el deporte. Con muchos jugadores sirviendo en las fuerzas armadas, nuevas figuras emergieron y las ligas femeninas de béisbol también ganaron notoriedad. El béisbol se convirtió en un símbolo de unidad, resistencia y normalidad durante tiempos de adversidad.
Hoy, el “Green Light Letter” sigue siendo un recordatorio del poder del deporte para inspirar y unir, incluso en los momentos más difíciles.
