El MVP de 1946 de Ted Williams y una barajita de novato de Hank Aaron rompen récords en subasta histórica
La historia y el legado del béisbol no solo se preservan en los diamantes, sino también en los objetos que cuentan las hazañas de sus protagonistas. En una subasta reciente organizada por Hunt Auctions, varias piezas icónicas rompieron récords de venta, destacando dos: el trofeo del MVP de 1946 de Ted Williams y una barajita extremadamente rara de Hank Aaron como novato con los Indianapolis Clowns de las Negro Leagues.
El trofeo del MVP de Williams, que conmemora su legendaria temporada de 1946, se vendió por $528,750. En ese año, Williams lideró la Liga Americana en carreras anotadas (142), OPS (1.164) y bases por bolas (156), guiando a los Boston Red Sox al banderín de la Liga Americana. Este hito marcó su consolidación como uno de los mejores bateadores de la historia.
Por otro lado, la postal de Hank Aaron, extraída del álbum del scout Ed Scott, alcanzó los $199,750, muy por encima del estimado inicial de $5,000-$10,000. Este objeto destaca no solo por su rareza, sino por su conexión con los inicios de una carrera que llevó a Aaron a romper el récord de jonrones de Babe Ruth.
Además, se subastaron otros objetos de la colección personal de Williams, como un bate de plata otorgado por su título de bateo en 1958, vendido por más de $270,000, y su Medalla Presidencial de la Libertad, entregada por George H.W. Bush, que alcanzó los $141,000.
La subasta también incluyó artículos históricos del negocio de las Negro Leagues, como los archivos del Washington Giants, descubiertos en una maleta olvidada por más de 40 años.
Este evento no solo celebró la memoria de leyendas como Williams y Aaron, sino que también mostró cómo el valor del béisbol trasciende generaciones, conectando a fanáticos con momentos históricos de este deporte.
Estos hitos en la memorabilia destacan la influencia de los protagonistas en el béisbol y la cultura. Williams y Aaron representan, respectivamente, la excelencia en bateo y el impacto histórico en la lucha por la igualdad racial en el deporte. El valor de estos objetos no solo radica en su exclusividad, sino en su capacidad para preservar y transmitir las historias que definen al béisbol como un juego cargado de legado y emoción.