El drama del estadio de los Rays y cómo podría alterar los planes de expansión de MLB

La situación del estadio de los Rays de Tampa Bay ha tomado un giro inesperado. Después de que la comisión del condado retrasara la aprobación del financiamiento por bonos para el nuevo estadio, el panorama se complicó con el cambio de miembros en la comisión tras las elecciones. Stuart Sternberg, propietario de los Rays, no ocultó su frustración, señalando que la falta de apoyo del condado podría forzar un cambio de sede para la franquicia.

Este panorama no solo afecta a los Rays, sino que pone en jaque los planes de expansión de la MLB, esperados desde hace años. Mientras la liga considera agregar dos nuevos equipos, ciudades como Austin, San Antonio, Salt Lake City, Portland, San José y México han mostrado interés. Sin embargo, si los Rays deciden mudarse, una de estas ciudades podría recibir al equipo, postergando la expansión.

¿Qué significa la expansión para MLB?

Si la MLB finalmente incorpora dos equipos más, se añadirían 80 nuevos puestos en los rosters principales y se reorganizarían las divisiones, posiblemente en ocho grupos de cuatro equipos. Esto nivelaría el talento disponible, aunque podría generar un incremento en el número de jugadores de nivel sustituto en las mayores. La última expansión en 1998 otorgó a los equipos un tiempo para establecer sistemas de ligas menores, y se espera que esta vez ocurra lo mismo.

Pero, ¿qué pasaría si la liga se expande a 36 equipos? Esto crearía 240 nuevos empleos, forzando a los equipos actuales a perder hasta ocho jugadores cada uno. Equipos profundos podrían perder talento valioso, y jugadores jóvenes que normalmente se desarrollarían más tiempo en ligas menores llegarían antes a las mayores.

Una visión global del béisbol

Un enfoque revolucionario propuesto incluye dividir la MLB en tres conferencias con un sistema de playoffs ampliado, incorporando equipos campeones de ligas internacionales como la Nippon Professional Baseball (NPB) de Japón. Este modelo no solo expandiría el alcance del béisbol, sino que también crearía un verdadero “World Series” global, incluyendo eventualmente regiones como el Caribe, Europa y Australia.

El crecimiento de la audiencia japonesa y la posibilidad de una integración en el sistema de adquisición de talentos entre Japón y América podrían transformar el deporte. Aunque esta idea aún está lejos, el simple hecho de incluir equipos japoneses en los playoffs podría ser el primer paso hacia un cambio significativo.

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