Justin Verlander y Max Scherzer: Los Heraldos de una Nueva Era del Pitcheo en MLB
La historia de Justin Verlander y Max Scherzer es un testimonio de cómo ha cambiado el béisbol en las últimas décadas. Desde que Verlander debutó con Detroit en 2005 y Scherzer se unió a los Tigres en 2009, ambos han sido pilares del pitcheo de Grandes Ligas. Sus impresionantes carreras destacan en un panorama donde los abridores ya no buscan las mismas metas que antaño.
Una consistencia sin igual
Verlander acumuló 262 victorias (41° en la historia) y Scherzer superó las 200, cifras impresionantes en una era donde los abridores lanzan menos innings. Ambos ganaron 3 premios Cy Young, y Verlander incluso se llevó un MVP. Estas cifras, acompañadas por su liderazgo en estadísticas clave como WHIP, ponches y entradas lanzadas, les aseguran un lugar en el Salón de la Fama.
Sin embargo, la temporada 2024 marcó un declive. Ninguno fue relevante debido a lesiones y bajo rendimiento, algo inusual en sus trayectorias que abarcaron 15 años de dominio. Este período incluyó temporadas con WAR superiores a 7, lideratos en ponches y la habilidad de mantenerse en la élite en una época donde las cirugías Tommy John son casi inevitables.
El ocaso del estándar de los 300 triunfos
El umbral de 300 victorias, que alguna vez fue el estándar dorado para los lanzadores, parece inalcanzable en el béisbol moderno. Desde que Randy Johnson logró la marca en 2009, ningún lanzador ha estado cerca. Verlander y Scherzer se unieron a otros contemporáneos como Zack Greinke y Clayton Kershaw, quienes alcanzaron las 200 victorias pero no mucho más.
La reducción en la carga de trabajo para los abridores ha jugado un rol crucial. Desde 2015, el uso de relevistas aumentó significativamente, pasando de lanzar un 30% de las entradas a más del 42%. En décadas pasadas, los abridores lanzaban cerca del 80% de las entradas y acumulaban victorias gracias a su capacidad de mantenerse en el montículo durante 7 u 8 innings por salida. Hoy, completar 6 entradas ya es un logro.
Una nueva manera de evaluar la grandeza
El dominio de Verlander y Scherzer no se mide en victorias, sino en métricas como ERA+ y FIP-, que reflejan su impacto real. Scherzer, por ejemplo, registra un K/9 de 10.65, superior al de leyendas como Nolan Ryan. Esta capacidad de generar ponches resalta la evolución del rol del abridor: menos trabajo, pero mayor impacto por cada pitcheo.
El futuro del pitcheo abridor
Con Scherzer y Verlander acercándose al retiro, el béisbol enfrenta una pregunta crucial: ¿volveremos a ver abridores con números similares? Gerrit Cole liderará a los activos con 153 triunfos, pero su edad y ritmo hacen improbable que llegue a 300. Shane Bieber, el abridor menor de 30 años con más triunfos, apenas tiene 62.
La transición hacia una nueva era es evidente, y aunque las épicas batallas de lanzadores son menos comunes, Verlander y Scherzer nos recuerdan la grandeza de los abridores modernos. Representan el puente entre el pasado y el futuro del béisbol.
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