Giants buscan reducir el payroll mientras enfrentan retos de impuestos y opciones en la agencia libre
Los San Francisco Giants se preparan para reducir su payroll en 2025 tras haber superado los $200MM en la temporada anterior. Según Andrew Baggarly de The Athletic, el equipo enfrenta una penalización de lujo al haber excedido el umbral de $237MM, pagando alrededor de $2.8MM en impuestos, el primer pago de este tipo en seis años. Aunque es una cifra baja, les coloca en una situación compleja de cara a la agencia libre.
El equipo tiene aproximadamente $109.5MM comprometidos en contratos garantizados para jugadores clave como Matt Chapman, Robbie Ray y Logan Webb. Con una proyección de $25MM adicionales en arbitraje para jugadores como Mike Yastrzemski y Camilo Doval, su payroll estimado rondaría los $146MM, quedando unos $40MM por debajo de su nivel de gasto de 2023. Esta diferencia podría facilitar movimientos estratégicos para sumar talento sin exceder el presupuesto anterior.
Buster Posey, recientemente al mando de operaciones de béisbol tras la salida de Farhan Zaidi, considera sumar un shortstop de peso, con Willy Adames como una opción preferida. Aunque Adames ha recibido una oferta calificada, lo cual aumentaría las penalidades para los Giants, el equipo también contempla alternativas como Ha-Seong Kim, quien ofrece una sólida opción sin la carga del impuesto de draft. En primera base, el poderoso Pete Alonso podría ser el refuerzo ideal para sumar ofensiva, especialmente frente a un prospecto en ascenso como Bryce Eldridge.
La rotación de lanzadores es otro frente que los Giants exploran, con nombres como Corbin Burnes y Max Fried en la lista de posibles adquisiciones. Posey busca reforzar la plantilla mientras considera opciones de intercambio para los jugadores de arbitraje, aunque vender bajo a alguien como Doval no es favorable. La salida de contratos pesados como el de Taylor Rogers también es una posibilidad para crear espacio financiero.
Con este contexto, los Giants enfrentan una temporada baja de decisiones críticas. El enfoque en retener flexibilidad financiera, adaptarse al impuesto de lujo y aún así buscar incorporaciones relevantes será clave para su competitividad en 2025.