Fraude de edad en prospecto dominicano vinculado a los Padres

El béisbol internacional se ha visto sacudido por la reciente revelación de que César Altagracia, un infielder dominicano que había acordado verbalmente firmar con los San Diego Padres, falsificó su edad. Según una investigación de MLB, Altagracia no tiene 14 años como se creía, sino 19. Este acuerdo, valorado en $4 millones, lo posicionaba como uno de los prospectos internacionales mejor pagados por los Padres desde la implementación de las nuevas reglas de firmas internacionales en 2012, quedando solo por debajo de los $4.2 millones otorgados a Leodalis De Vries en 2024.

Este incidente no es aislado. En años recientes, ha habido un aumento en casos similares. Los Mets, por ejemplo, retiraron su acuerdo con el infielder Raymel Ortiz debido a inconsistencias en su edad. Asimismo, los Red Sox y los Astros enfrentaron situaciones en 2024 donde un total combinado de cinco jugadores habían mentido sobre su edad, según informes de Bob Nightengale y The Athletic.

César Altagracia

La práctica de falsificar edades se ha vuelto más común debido a la presión de los equipos por asegurar talento a edades cada vez más tempranas. Con los topes salariales internacionales establecidos en 2012, las organizaciones buscan comprometerse con jugadores tan jóvenes como de 12 o 13 años, esperando moldearlos antes de que cumplan los 16 y sean elegibles oficialmente. Esto ha creado un entorno propicio para la corrupción y la explotación.

Altagracia probablemente enfrentará una suspensión de un año, estándar según las reglas de MLB para casos de fraude de edad. Esto retrasaría su elegibilidad para firmar hasta 2026, cuando tendría 21 años, una edad en la que muchos jugadores ya están establecidos en ligas menores o incluso en MLB. Esta situación podría afectar significativamente su valor como prospecto y su desarrollo profesional.

Este caso pone en evidencia las fallas sistémicas en el proceso de reclutamiento internacional. La obsesión por encontrar al próximo gran talento ha llevado a equipos y agentes a tomar atajos éticos cuestionables. Además, jugadores jóvenes, a menudo provenientes de entornos económicos difíciles, pueden sentirse presionados para alterar su información con la esperanza de asegurar un futuro financiero.

Es crucial que MLB y las federaciones internacionales tomen medidas para abordar estas prácticas. Implementar sistemas más rigurosos de verificación de edades y promover la transparencia puede ayudar a proteger la integridad del deporte. También es esencial ofrecer educación y apoyo a los jugadores jóvenes y sus familias para evitar que caigan en estas prácticas fraudulentas.

El caso de César Altagracia es un llamado de atención sobre la necesidad de reformas en el béisbol internacional. Solo a través de esfuerzos concertados se podrá garantizar que el deporte siga siendo justo y que los talentos emergentes tengan oportunidades basadas en méritos reales y no en falsedades.


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