Kia Tigers: Dominio y Leyendas en la Serie Coreana 2024

Los Kia Tigers, con una contundente victoria de 7-5 en su estadio Gwangju-Kia Champions Field ante 19,300 fanáticos, lograron su duodécimo título en la Serie Coreana, venciendo a los Samsung Lions por 4-1 en la serie al mejor de siete. Con esta victoria, consolidaron su estatus de leyendas al ser la única franquicia de la KBO en conquistar títulos en cinco décadas: los años 80, 90, 2000, 2010 y ahora 2020.

En el juego cinco, el inicialista veterano Hyeon-jong Yang enfrentó dificultades al inicio, con el exjugador de Grandes Ligas, Lewin Díaz, protagonizando un despliegue ofensivo con dos jonrones de dos carreras en turnos consecutivos. Este hito colocó a Díaz en los libros de récords, al ser el primer jugador en la historia de la KBO en conectar jonrones en turnos consecutivos en postemporada. A su lado, Young-Chul Kim hizo historia al convertirse en el jugador más joven en conectar un cuadrangular en la Serie Coreana a sus 21 años, dos meses y cuatro días.

Sin embargo, los Tigers no se quedarían atrás. Hyung-Woo Choi, a sus 40 años, respondió con un jonrón que dio inicio a la remontada, siendo el jugador de mayor edad en lograr un cuadrangular en esta instancia. El bullpen de los Tigers estuvo a la altura del desafío, manteniendo a la alineación de los Lions en blanco durante 6.1 entradas, clave para asegurar la victoria. Tae-gun Kim impulsó la carrera decisiva con un sencillo dentro del cuadro en la sexta entrada, llevando a los Tigers al liderazgo que no perderían.

Resumen de la Serie

• 23 de octubre (Juego 1 y 2): Los Tigers iniciaron con fuerza, venciendo a los Lions 5-1 y 8-3.

• 25 de octubre: Los Lions lograron su única victoria, 4-2, basada en cuatro jonrones solitarios.

• 26 de octubre: Los Tigers retomaron el control con un contundente 9-2.

• 28 de octubre: Los Tigers sellaron la serie en casa con una victoria de 7-5.

Es importante destacar que esta serie tuvo una audiencia récord, superando los 152,000 aficionados en los cinco encuentros. Para los Tigers, este título representa no solo una victoria, sino la reafirmación de su dominio en la historia del béisbol coreano.